Antecedentes del patio andalusí: Mesopotamia, Grecia y Roma
…y la sombra se extiende como trémulo pabellón!; las flores son ojos que lloran al despertarse y el estanque es una sonrisa que brilla luminosa; las acacias están embriagadas y se cimbrean ebrias mientras las palomas zurean en sus ramas; en el horizonte, nube y relámpago han dejado enseña y destacamento y así, todas las ramas de la fronda exhalan aroma y sofocan con su aliento a collados y torrentes; el jardín agita graciosamente sus mantos… Ibn JafāŶa de Alcira (1058-1139), el Poeta «jardinero»
El modelo de casa que se adaptó y evolucionó en el territorio de al Ándalus, tiene sus raíces en la casa-patio de la antigua Mesopotamia y en la casa-patio original de las culturas mediterráneas clásicas griega y romana.
A partir de los escasos restos de las excavaciones realizadas en los territorios de la ANTIGUA MESOPOTAMIA, se ha podido testificar que la estructura de los palacios -fabricados en adobe y ladrillos de barro cocido-, se generaba alrededor de un PATIO, el primer elemento organizativo hacia el cual se dirigían todas las habitaciones, y donde se provocaba un efecto de enfriamiento del aire que mejoraría las condiciones de la vivienda.
LAS CASAS PATIOS GRIEGAS se caracterizaron por tener al PATIO como centro de la vida familiar y de la estructura de la vivienda como tal. Su aporte principal consistió en la ubicación alrededor de su perímetro del PERISTILO, una galería porticada que se apoyaba en columnas. Estas galerías sirvieron para proteger el corredor interior de la lluvia y el sol, y como espacio que comunicaba a las diferentes estancias.
En la CULTURA ROMANA encontraremos el ATRIO, característico de la domus (casa romana unifamiliar), un patio cubierto con una abertura central por la que entraba el agua de lluvia, de forma que se pudiese almacenar para su uso. A él daban las habitaciones principales: dormitorios, comedor, baños, cocina y despacho, sirviendo también como espacio para las reuniones familiares y sociales. En aquella época, en la parte de atrás de la casa, se disponía de un huerto (hortum). A partir del siglo II, y dando respuesta a la necesidad de ampliar el número de estancias, el primitivo huerto se transforma en un espacio verde rodeado por el peristilo al estilo griego que acabamos de ver. En el hermoso espacio central, pequeñas piscinas, fuentes con surtidores, árboles frutales y diversas plantas ornamentales, crearán un microclima capaz de refrescar con la humedad el ambiente en los días de excesivo sol, y en los periodos invernales facilitar la entrada del sol, resguardando del viento las estancias. En el peristilo se regulará la ventilación cruzada con el exterior, función que se perfeccionará por la arquitectura árabe, y que hoy podemos observar en magníficos ejemplos de las construcciones andaluzas.
Toma la CASA MUSULMANA como modelo a las casas patio descritas, guardando durante siglos la particularidad de conformarse totalmente hacia el interior, y desarrollándose en torno a un PATIO, que se convierte en el núcleo vital de la casa y el centro de la vida femenina. Se ubica en muchos de los patios una alberca central, y en otros casos menos ostentosos, únicamente una fuente o una acequia. El agua tiene aquí un gran significado: es fuente de vida y de pureza espiritual. En estos patios se demuestra una vez más el profundo conocimiento de las condiciones bioclimáticas de esta región y el aprovechamiento de sus ventajas por parte de los árabes. En los patios-huertos andalusíes se cultivaron y aclimataron valiosas especies que se usarán en remedios curativos, introduciéndose nuevas y exóticas especies traídas desde muy lejos, así como múltiples plantas aromáticas.
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Bibliografía:
- Tesis doctoral Jaime Santa Cruz Astorqui, arquitecto. Estudio tipológico, constructivo y estructural de las casas de corredor en Madrid. Universidad Politécnica de Madrid. Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica.
- Literatura hispanoárabe/María Jesús Rubiera Mata.
- Ciudades palatinas en el Islam. Antonio Almagro Gorbea.
- La casa andalusí: un recorrido a través de su evolución /Antonio Orihuela