Joya realizada en filigrana cordobesa, en plata cubierta de oro blanco y esmalte vidriado. Esta refinada filigrana se empieza a utilizar en Córdoba en el año 868
Poco se sabe del laúd andalusí. La ausencia de instrumentos originales y la escasez de iconografía de la época nos dejan con pocos elementos para saber sus características organológicas.