Los azulejos de La Aljafería de Zaragoza: escuchando historias desde hace 1.000 años
Sin duda, el Palacio de la Aljafería de Zaragoza forma parte de mi vida. Estuve durante 23 meses dedicado a ella, modelando sus suelos con la ayuda de un gran equipo de artesanos. Noche y día ocupaba mi mente; deambulando entre sus estancias, los muros y los arcos me querían contar historias sin casi yo enterarme…
De mi taller salieron 57.000 piezas (800 m2). Desde mayo de 1996 hasta marzo de 1998, los hornos no pararon de cocer cada azulejo que nuestras manos habían manipulado al menos 10 veces. Se realizaron 35 modelos de formatos diferentes y utilizamos un total de 10 colores. La calidad de los materiales se puede apreciar después de 22 años: multitud de visitantes pisando día tras día las cerámicas y ellas cada vez más lustrosas. Formar parte de la historia de la Aljafería, este edificio tan emblemático para Aragón, representa un honor y la gran satisfacción de haber dejado mi huella en este material, tan noble, que es el barro.
Este palacio, iniciado entre 1065 y 1081, representa el esplendor alcanzado en la época de taifas -los pequeños reinos en los que se dividió el califato de Córdoba-, y forma la trilogía de grandes edificios andalusíes que se conservan de forma espléndida junto a la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada, obras maestras del califato omeya y del reino nazarí respectivamente. En origen concebido como palacio de recreo, la Alfajería recibió el nombre de “Qasr al-Surur”, que significa Palacio de la Alegría. Una vez reconquistada Zaragoza en 1118, pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, tras varias obras en las que se empleó la mano experta de maestros de la construcción mudéjares como Yucef y Mohamat Bellito. A finales del siglo XV, los Reyes Católicos llevaron a cabo una importante reforma en las estancias de la planta principal, realizadas en el estilo arquitectónico que lleva su nombre y que se caracteriza por fusionar el gótico final, el renacimiento incipiente y el siempre presente mudéjar. Un siglo después, tras ser también sede de la Inquisición, otra reforma hizo de la Aljafería una imponente fortaleza militar. Tras sufrir posteriormente numerosos cambios y desperfectos, el edificio fue restaurado en la segunda mitad del siglo XX. En la actualidad, acoge las Cortes de Aragón.
Los «restos mudéjares del palacio de la Aljafería» fueron declarados individualmente Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, como parte del conjunto «Arquitectura mudéjar de Aragón».
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Vídeo:
Visita de “Unidad Móvil” de Aragón TV al Museo-Taller en San Mateo de Gº. (Zaragoza). Reportaje en torno al Mudéjar. 2020.