
“De seda es famosa plaza Orihuela”
El rico patrimonio andalusí de la ciudad alicantina de Orihuela y la comarca de la que es capital, la Vega Baja del Segura, incluye su extraordinario sistema defensivo y otros vestigios arquitectónicos, la toponimia y los ancestrales usos que sus habitantes desarrollaron en los más de cuatro siglos de dominio musulmán, destacando su ejemplar cultura del aprovechamiento del agua, que convirtió a Orihuela y su comarca en un vergel. Descubre en esta nueva entrada de blog, la importancia de las industrias artesanales de la seda y del cáñamo que, desde la época andalusí, hicieron de esta bella comarca levantina la gran productora de fibras naturales.
El rico patrimonio andalusí de la ciudad alicantina de Orihuela y la comarca de la que es capital, la Vega Baja del Segura, incluye su extraordinario sistema defensivo y otros vestigios arquitectónicos, la toponimia y los ancestrales usos que sus habitantes desarrollaron en los más de cuatro siglos de dominio musulmán, destacando su ejemplar cultura del aprovechamiento del agua, que convirtió a Orihuela y su comarca en un vergel. Cherif Abderrahman Jah, presidente de la FUNCI y uno de nuestros prestigiosos continuadores, nos brinda en su libro “El enigma del agua en al Andalus”, una erudita descripción de los aún vigentes sistemas de dominio, regadío y reparto del agua del río Segura, como las presas (azudes) y las acequias, así como de los ingenios e instalaciones entre las que destacan las extraordinarias Norias Gemelas.
Las familias provenientes del lejano Egipto y del Norte de África que aquí se afincaron crearon en esta soleada tierra surcada por el río Segura, a orillas del Mar Mediterráneo, un verde oasis de llanura sembrado de palmeras datileras (Phoenix dactylifera): el Palmeral de Orihuela, el segundo más grande de Europa después del de la vecina Elche. Instalados en las alquerías de la Vega Baja del Segura, a la vera de las acequias generosas, sembraron nuevas especies como los naranjos, limoneros y moreras (Morus alba), introduciendo así la sericultura, la industria de la seda, originaria de China. La seda, junto al lino, el algodón y sobre todo, el cáñamo, hicieron de esta región y a lo largo de los siglos, la gran productora de materias primas destinadas al sector textil y la fabricación de todo tipo de utensilios.
La importancia de la industria de la seda en esta bella comarca levantina, queda patente en el conocido refrán “De seda es famosa plaza Orihuela”. La región fue desde la época andalusí una de las principales exportadoras de este precioso hilo, empleándose en los talleres oficiales (Dār al-Tirāz) y privados de Córdoba, Granada, Valencia, Zaragoza y Almería, en los que vieron la luz magistrales tejidos labrados con la técnica andalusí del lampás, artesanía en mayúsculas que, junto al telar de tiro, pasó a Fez desde la cercana Península Ibérica entre los siglos XIII y XIV. No podemos dejar de resaltar aquí la extraordinaria labor de otro ilustre continuador, el maestro Sy Hassam, de Fez, que ha rescatado y salvado de la extinción esta técnica magistral, .
Retomando el relato, Orihuela, a pesar de que por la expulsión de los moriscos se perdieran los talleres de hilado, siguió siendo durante siglos, aunque con desigual ímpetu, la gran productora de seda cruda de España. La industria desapareció definitivamente en 1977, año en el que cerró sus puertas la fábrica “Sedas de Orihuela”, que el cronista Antonio Ballester Vidal, nos muestra en sus interesantísimas fotografías. El antiguo ahogadero de la seda, actualmente convertido en sede de una Escuela Taller y vivienda particular, es en la actualidad el último testigo de la antaño riquísima industria oriolana.
La otra fibra natural que se producía de forma masiva en la comarca, particularmente en Callosa del Segura, es el ecológico, resistente y muy actual cáñamo. Esta localidad era conocida en España como “la capital del cáñamo”. Tras el abandono de esta industria artesanal en los años 50, debido a la sustitución de esta fibra natural por las sintéticas, este municipio está realizando grandes esfuerzos por devolver el cáñamo a su lugar de honor. Callosa del Segura dispone hoy de una activa “Escuela de los trabajos artesanales del cáñamo” y de un museo temático, organizándose periódicamente fiestas populares con demostraciones de los trabajos relacionados con la artesanía del cáñamo.
Teniendo en cuenta la dimensión iberoamericana de “Continuadores del Arte Vivo Andalusí”, no queremos finalizar esta entrada de blog sin mencionar que tanto el palmeral andalusí como la sericultura fueron trasladados por los españoles, y con gran fortuna, a diferentes lugares del Nuevo Mundo. Y del cáñamo, ya existente en el continente americano, ¿qué podríamos decir?… Quizás una anécdota, testimonio de la versatilidad y resistencia de esta entrañable fibra: ¿sabías que las velas que impulsaron a la Pinta, la Niña y la Santa María, estaban tejidas…con hilo de cáñamo? ¡Quién sabe si de Callosa del Segura!