
La Era Verdadera
Irene Fernández Purroy nos recibe en “La Era Verdadera”, un espacio multidisciplinar único, situado en plena naturaleza y a pocos kilómetros de Madrid, en San Agustín del Guadalix, para la filmación de un taller práctico en el que nos enseña cómo hacer una espiral de plantas aromáticas. Un curso breve pensado para quienes cuentan con un jardín o una terraza, incluso una ventana soleada, y quieren aprender el origen y la técnica ancestral de la plantación en espiral, cultivando sus propias hierbas para aportar los aromas propios de las recetas andalusíes a sus platos. Y habrá más, ya que Irene se apunta a hacer con nosotros otros cursos de cocina y repostaría ecológica, creación de un hotel para insectos, jabones y cosmética natural…
Irene, nos recibió con un café recién hecho y una deliciosa y sana tarta de zanahorias, cultivadas en su huerta. Una experiencia maravillosa que esperamos quede reflejada en el video. Esto fue lo que nos contó:
“El arte de cultivar y transformar la tierra ha formado parte de mi existencia desde que era niña. Tuve la suerte de poder disfrutar de la convivencia y la sapiencia de una bisabuela muy longeva, apasionada y dotada para la jardinería. Era capaz de hacer crecer y reflorecer cualquier cosa y junto a ella el arte de disfrutar del campo y el jardín era una suerte. Capaz de transmitir y contagiar su pasión por las plantas y la huerta, hacía que trabajar la tierra fuese un juego y se convirtiese en algo necesario. No recuerdo ningún momento de mi vida en el que no haya gozado de la compañía de las plantas. Siempre en cualquier lugar y cualquier país, ha habido un hueco para rememorar las enseñanzas de la “yaya” y tener flores, tomates o lechugas, aunque fuese en la repisa de la ventana de la cocina de un diminuto apartamento en el centro de Madrid.
Por supuesto y como no podía ser de otra manera, luego era una excelente cocinera, capaz de transformar cualquier cosecha en un delicioso plato con siglos de historia en cada cucharada.
Sin saberlo, esa fuerza que te une a la tierra y a la necesidad de cultivar, plantar, experimentar con los cultivos y luego llevarlos a formar parte de nuevas recetas, ha estado siempre presente en mi día a día.
Pero no ha sido hasta hace 4 años, que lo que creía que era sólo un hobby y una pasión, se han convertido en mi realidad cotidiana. En 2016 me atreví a dar el gran salto y probar suerte dedicándome a lo que realmente me gusta. Así surgió La Era Verdadera, dedicada a todo lo que me apasiona y que me gusta compartir. La Huerta, el jardín, la cocina y las fiestas en familia. Porque todo lo bueno tiene que compartirse para que sea mejor.
Desde hace 4 años ayudo a que otras personas puedan expandirse y relajarse aprendiendo y cultivando una huerta de formar natural. Esto incluye ayudar a montar y cuidar huertas escolares, para que así no se pierda esa sabiduría innata de la que gozaban nuestros abuelos y bisabuelos. Es fundamental volver a reconectar con la tierra y con el origen de lo que comemos. Aprender a comer mejor y disfrutar de todo el proceso. Ver crecer una semilla, la magia de la transformación, es algo que no se olvida y que engancha.
La huerta debería ser una asignatura troncal y obligatoria en todo centro de enseñanza. Ayuda a comprender y desarrollar el resto de las materias. Fomenta la curiosidad, el respeto, la concentración, psicomotricidad, observación y responsabilidad entre otras habilidades.
Deberíamos recuperar el legado de las huertas y jardines andalusíes, donde una huerta-jardín era mucho más que un mero espacio estético o agrícola, iba más allá tratando de satisfacer los cinco sentidos. Una huerta-jardín debe ser un espacio que concierte plantas, flores, verduras, hortalizas, frutales, agua, tierra de forma armoniosa y placentera para la vista, el olfato el tacto y el gusto.
Es importante seguir su legado y consigna de “revolución verde”.