Los cordobeses que conquistaron Creta (3ª parte)
Según ya es sabido por mis anteriores trabajos, los desventurados proscritos del arrabal de Córdoba arrebataron a Bizancio, en el año 827 d. C., la isla de Creta y, en los años siguientes, otras muchas islas del Egeo —especialmente las Cýcladas— (Además de Creta, llegaron a formar parte del emirato las islas de Thera -actual Santorini-, Paros, Naxos, Kíthera, Sifnos, Astypálaia, Anydros, Íos, Melos, etc. Incluso Egina les perteneció, frente a Atenas; esta fue su posesión más cercana al Bizancio continental).
En la gran isla cretense, ubicaron la capital en la ciudad por ellos fundada, “Khandaq” (más tarde Candia, actual Heraklyon), donde instauraron un emirato tributario de Bagdad; allí los desterrados recrearon su añorado arrabal cordobés y sus costumbres, preservando su identidad como pueblo. Abũ Hafs al-Ballutĩ, elegido como primer emir, inició una dinastía que reinó en Creta durante casi siglo y medio, creó una flota -a la que consideraron el “Pilar del Estado”- que se hizo con el dominio del Mediterráneo oriental, venciendo a una potencia naval como Bizancio en numerosas y cruciales batallas navales (“Los Andaluces fundadores del Emirato de Creta”, de Carmen Panadero Delgado (Amazon).
No fueron piratas, como empecinada y tergiversadamente afirmaron las fuentes bizantinas contemporáneas de los hechos. Por el contrario, él y sus sucesores sacaron a las islas conquistadas de la postergación en que las guerras civiles y religiosas de Bizancio las habían sumido, regeneraron la maltrecha economía de Creta, que hallábase en regresión y había perdido hasta el uso monetario por la dejadez del imperio; los andaluces acuñaron su propia moneda, impulsaron un comercio interior y exterior floreciente, y dirimieron en ella los conflictos religiosos entre iconoclastas e iconódulos, que azotaban a Bizancio por aquellos años (Skyllitzes Matritensis -códice bizantino del s. XI-, “De Ceremoniis Aulae Bizantinae” de Constantinos Porfirogéneta, Nuwayri, al-Maqqarí, “Crónica” de Abu-l-Fath.- Levi-Provençal, Reinhart Dozy, Vassilios Christides, Christos Makrypoulias, Nikolaos Panagiotakis, “Los Andaluces fundadores del Emirato de Creta“, ensayo de Carmen Panadero).
Los cordobeses desterrados aclimataron en la isla cultivos que no le eran propios, introdujeron la cría del gusano de seda, implantaron su propia industria sedera, fundaron la primera fábrica de Europa refinadora de azúcar blanco (que se adelantó a la fundada poco después en Nerja, al-Ándalus), recuperaron la actividad minera y abrieron Creta al mundo.
El investigador numismático Georges Carpenter Miles nos ofrece la sucesión genealógica de los emires cretenses de origen cordobés, basándose en las monedas que han sido encontradas. El trono fue pasando de padres a hijos durante muchas generaciones (casi siglo y medio), todas ellas en la línea directa de descendientes de Abũ Hafs, el primer emir, todas pertenecientes a la estirpe del arrabal.